sábado, 4 de febrero de 2012

LA OSCURA HISTORIA COLONIALISTA DE GRAN BRETAÑA

Las inconsistentes declaraciones del primer ministro inglés David Cameron acusando a Argentina de país colonialista me motivan a elaborar esta breve reseña histórica ilustrada, que da cuenta de la idiosincracia inocultablemente colonialista de Gran Bretaña a través de los siglos.

No vamos a ocuparnos en esta ocasión de los inicios de la expansión inglesa con la conquista de Irlanda, que comenzó en 1169 y significó 8 siglos de dominación, hasta la declaración de la independencia irlandesa en el año 1949 (aunque aún una parte de su territorio sigue perteneciendo a la Corona Británica) al igual que Escocia, donde por estos días madura la idea de un referéndum que inquieta a Inglaterra, para que los escoceses decidan su destino.

Comenzaremos por América recordando a Sir Francis Drake, un verdadero pirata para los españoles, un corsario y héroe nacional para los ingleses. En1579, bajo el reinado de Isabel I, desembarcó en el norte del actual territorio de California y reclamó para la Corona las tierras que bautizó "Nova Albión" (Nueva Inglaterra), sin reparar en los derechos que sobre esa región tenían los habitantes autóctonos del norte de América, quienes con el tiempo serían desplazados y masacrados.

En las islas del Caribe los piratas se hicieron un festín colonialista en medio de las disputas con los conquistadores españoles, holandeses y franceses por la apropiación de esas islas.


Observen este billete de Barbados donde aparece estampada la imágen del Rey británico Jorge VI, el tartamudo, que a pesar de ser zurdo fue obligado a escribir con la mano derecha.
En la isla de Barbados habían vivido los indios taínos y arawacs y más tarde los caribes, pero en 1620 llegaron los ingleses y se la apropiaron.


Lo mismo hicieron en Jamaica. En 1596 llegaron por primera vez y, tras reiteradas confrontaciones con los españoles, terminaron ocupándola a partir de 1655 para convertir a la isla en el mayor exportador de azúcar producida en base a la explotación de los esclavos africanos. La esclavitud recién fue abolida en 1834. Durante todos esos años, el dominio de Jamaica fue factor de importante enriquecimiento para la Corona, cuyo representante, el Rey Jorge V (padre de Jorge VI) y sus sucesores ilustraron con su rostro los billetes de la isla hasta que ésta alcanzó su independencia en 1962.


El semiperfil de la reina Isabel II (la actual reina, hija del tartamudo), asoma en los billetes de The British Caribbean Territories, papel moneda utilizado por Dominica, Grenada, Antigua, Montserrat y otras pequeñas islas del Caribe donde, antes de la usurpación británica, alternaban, cazando y pescando los originarios indios caribes.


Vayamos ahora a tierra firme en América Central, más precisamente la región conocida como Belice, donde el Banco Central emite billetes con el rostro de Isabel II.
En 1638 aventureros ingleses ocuparon esa región de la península de Yucatán e introdujeron esclavos africanos para explotarlos en las plantaciones de distintos cultivos mientras tripulaciones piratas se asentaban circunstancialmente en las islas cercanas para asaltar barcos españoles. El territorio de Belice, parte inseparable del antiguo territorio de la grandiosa civilización maya, fue declarado unilateralmente colonia británica en 1840 bajo el nombre de Honduras Británicas. Hoy debería ser parte de la República de Guatemala pero, pese al tratado firmado oportunamente, Gran Bretaña jamás lo devolvió.

Vayamos ahora a Oceanía...


Quizás algunos piensen que la actualmente llamada Australia, la isla más grande de esa región insular, nació siendo parte de Gran Bretaña y por lo tanto es justo que hasta hace pocos años el rostro de la reina Isabel II haya ilustrado los billetes del país. Bueno, la verdad es que en 1668 el pirata William Dampier desembarcó por primera vez y en 1770, el inglés James Cook reclamó formalmente la propiedad de la costa oriental llamándola Gales del Sur con total desprecio por los derechos de los casi 350.000 habitantes de los 400 pueblos aborígenes que allí habitaban y que, con el correr de los años, fueron casi exterminados a causa de enfermedades infecciosas, la desintegración cultural y el reasentamiento al que fueron forzados por el avance de los colonizadores.


La segunda isla en importancia de Oceanía, hoy llamada Nueva Zelanda, fue originariamente tierra de los maorí, pero allí llegó también James Cook en 1769 y con la introducción de armas de fuego promovíó guerras entre los habitantes nativos, más de 600 batallas entre 1801 y 1840 dejaron el saldo de más de 30.000 maoríes muertos, mientras Gran Bretaña sacaba provecho de esa rica tierra de cultivos y ganadería y la ingenua cara de la reina observaba desde los billetes emitidos por el Banco Central del país.

Otras pequeñas islas cercanas a Australia y Nueva Zelanda corrieron igual suerte.

La mayor expansión del imperio colonialista británico en Asia se asentó en la India.


"King George V - Emperor" reza en el círculo que se asemaja a una moneda impresa en los billetes de la India en 1917. El rey Jorge V, abuelo de Isabel II, fue proclamado Emperador de la India en el año 1911. La batalla por la conquista había comenzado en 1757 cuando la British East India Company logró una victoria militar sobre el ejército hindú del nawab de Bengala: Siraj-urd-Dawlah y esa provincia de la India quedó bajo el dominio británico. En 1856 la mayor parte del territorio hindú ya estaba bajo dominio británico y la situación se prolongó por décadas hasta que las luchas nacionalistas encabezadas por el Mahatma Gandhi desembocaron en la independencia del país en 1947.


Los dominios coloniales británicos se extendieron por Ceilán (actual Sri Lanka). Testimonio de ello es éste billete de 10 rupias emitido en 1945, desde el cual  nos mira fijo el rey JorgeVI.


...y también Malaya y Borneo, que en 1958 estampó la cara de la reina Isabel II en éste billete de 5 dólares.

Gran Bretaña no pudo invadir China, aunque llegó a humillarla duramente y le quitó parte de su territorio.
Al culminar la "Primera Guerra del Opio", en 1841, Gran Bretaña no solo impuso su decisión de mantener la exportación de opio a la China contra la voluntad de la dinastía Qing, sino que, con su victoria militar, le arrebató la isla de Hong Kong al gigante asiático. Recién se la devolvería el 1º de julio de 1997.

Y para finalizar éste breve recorrido vayamos al sufrido continente africano.

En 1797 Gran Bretaña ocupa el cabo de Buena Esperanza y en enero de 1806 se anexiona la Colonia del Cabo (Sudáfrica), iniciando su expansión por el territorio nativo de los pueblos xhosa y zulú. El descubrimiento de minas de diamantes en 1867 y de oro en 1886 despertó aún más la codicia de los usurpadores ingleses. En 1910 Sudáfrica obtuvo una independencia limitada como colonia británica que durante varias décadas se caracterizó por el dominio de una minoría blanca sobre una inmensa mayoría negra víctima de la segregación racial. En 1961 se declaró formalmente la independencia de Sudáfrica pero el apartheid originado por el colonialismo recién pudo ser eliminado en 1994, con las elecciones presidenciales que consagraron a Nelson Mandela y que fueron la culminación de varias décadas de luchas y sufrimientos.


La reina Isabel II ilustró en su momento los billetes de Rhodesia, un país muy particular cuyo nombre fue un homenaje al poderoso empresario Cecil Rhodes, fundador de la Compañía De Beers Mining Co., quien a fines del siglo XIX conquistó tierras del norte de Sudáfrica y constituyó un país bajo mandato británico para saquear riquezas mineras. Las luchas nacionalistas de la segunda mitad del siglo XX culminaron con la independencia de Zambia y Zimbabwe cuyos territorios quedaron delimitados por los que fuera la vergonzosa Rhodesia.
En 1882 Gran Bretaña ocupa Egipto con el objetivo de controlar el estratégico Canal de Suez.
Entre 1896 y 1898 conquista Sudán para controlar el valle del Río Nilo.


El descarado colonialismo llegó al límite de emitir billetes como éste, de circulación legal en el sudeste de Africa (Namibia). Lo emite el Barclays Bank  fundado en Londres hacia 1690 y detalla: "Dominio Colonial de Ultramar".
Namibia logró su independencia tras una guerra de guerrillas que duró varios años. Las fuerzas colonialistas recibían el apoyo del gobierno del apharteid de Sudáfrica, mientras los patriotas namibios eran apoyados por Angola y combatientes cubanos.

Otro emblemático país del Africa sometido al colonialismo británico fue Kenia. Allí desembarcó la Compañía Británica del Africa Oriental en 1888, dos años más tarde, tras un acuerdo con Alemania, el territorio se convertía en colonia. Las luchas nacionalistas de mediados del siglo XX permitieron alcanzar la independencia y convertir al país en República a partir de 1964.

Cuanto sometimiento, cuanto atraso, muertes y frustraciones ha creado el colonialismo británico a través de los siglos, guiado siempre por la codicia como lo evidencia actualmente en nuestras Islas Malvinas Argentinas donde se prepara para saquear el petróleo y la riqueza ictícola en una región estratégica del planeta.

Mientras tanto, los billetes de distintas colonias se renuevan, como es el caso de las Islas Cayman,"paraíso fiscal" que alimenta las lacras del injusto capitalismo, y la avejentada reina Isabel II nos sigue observando, hasta que seamos capaces de unirnos y constituir la fuerza necesaria para acabar definitivamente con todo tipo de opresión a causa de cualquier forma de colonialismo o imperialismo.

 

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