viernes, 13 de septiembre de 2013

PRIMERA INVASION DEL IMPERIO A NUESTRA AMERICA

Con la admirable característica de un visionario, el gran patriota latinoamericano Simón Bolívar señaló en agosto de 1829 lo siguiente: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de Miseria a nombre de la libertad". "América para los Americanos" fue la consigna enunciada por la Doctrina Monroe en al año 1823. El tiempo pondría al desnudo la verdadera intención de la consigna "Toda la América para los norteamericanos". En 1826 había fracasado el Congreso Anfictiónico de Panamá, convocado por Bolívar con la voluntad de integrar a las nacientes naciones latinomericanas en una sola Patria Grande libre y soberana, tan poderosa como para poder defenderse de cualquier acechanza imperial. Once años de contínuas luchas transcurrieron en México desde aquel "Grito de Dolores" encabezado por el valiente cura Hidalgo en setiembre de 1810, hasta la proclamación de la independencia el 27 de Septiembre de 1821. Estados Unidos nunca aceptó de buen grado los límites de la nueva nación, tal es así que desde un principio pretendió anexarse la provincia de Texas. Ante el fracaso, comenzó a promover la política de ocupación pacífica a través de agricultores anglosajones. El 25 de agosto de 1829, conincidentemente con la advertencia de Bolívar acerca del futuro Imperio, Estados Unidos ofreció a México 5 millones de dólares por el territorio de Texas. La propuesta fue rechazada. En 1834 Texas se llena de aventureros mercenarios alentados por Estados Unidos quienes preparan las condiciones para declarar, el 1º de marzo de 1836, la independencia del territorio. Estados Unidos brinda apoyo militar y económico a los separatistas, luego reconoce su independencia y 9 años más tarde lo anexa como un Estado más a su territorio. A partir de entonces redobla su ofensiva para comprar a su vecino del sur la Alta California y Nuevo México. En agosto de 1845 el presidente norteamericano James Polk pone un ejército en la frontera entre México y Texas para avanzar desde allí hacia el sur, hasta el Río Bravo. El 25 de abril de 1846 el ejército yanqui se enfrenta a la caballería mexicana conducida por el general Anastasio Torrejón y sufre una derrota. Polk pide al Congreso autorización para la guerra y éste se la concede acusando a México de "actos agresivos". La nación azteca es invadida desde varios frentes, por el noroeste, por el puerto de Veracruz y por las costas del Océano Pacífico. Estados Unidos ocupa Nuevo México y California y protagoniza una serie de batallas triunfales que los llevan a las puertas de Ciudad de México. El 12 de septiembre de 1847 rodean el Castillo de Chapultepec, sede del Colegio Militar y lo someten a un intenso bombardeo de artillería. El ejército mexicano resiste hasta donde puede. El día 13 se rinde. En el Castillo yacen los cadáveres de los patriotas muertos, entre ellos Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez, seis cadetes del Colegio Militar que tenían entre 13 y 20 años y decidieron resistir hasta morir en defensa de su Patria. El 14 de septiembre de 1847 los norteamericanos toman la ciudad de México y cinco meses más tarde imponen el "Tratado de Guadalupe Hidalgo", mediante el cual obligan a México a entregar la mitad de su territorio. El presagio de Bolívar comenzaba a cumplirse, con el correr de los años Estados Unidos avanzaría sobre Nicaragua, Panamá, Cuba, República Dominicana, Haití, Honduras y Granada, con nuevas invasiones, sus conspiraciones se multiplicaron en toda América del Sur, Centroamérica y el Caribe, planificó el derrocamiento de gobiernos populares, apoyó a dictadores y fue cómplice del genocidio de decenas de miles de patriotas latinoamericanos. El Imperio fue expansionista desde sus orígenes y supo aprovechar las ventajas que le ofrecía nuestra incapacidad de unirnos para proclamar la Patria Grande Latinoamericana. Durante más de 200 años de historia, Estados Unidos nunca a dejado de ser uno de los principales protagonistas de nuestros males y, aunque en los últimos años hemos avanzado en nuestros esfuerzos integradores, el Imperio sigue allí, siempre al acecho.

Los "Niños Héroes de Chapultepec", mártires de la resistencia mexicana a la invasión de Estados Unidos. Sus rostros fueron incluídos en la emisión de billetes de 5000 pesos del Banco de México en el año 1981.